Lo que más me gusta de la PRL es su enorme campo de aplicación y en todos los sectores de la sociedad que nos obliga a tener que estar continuamente en reciclaje y actualización de conocimientos. (Renovarse o morir)
De igual modo, nos obliga también a intentar especializarnos en campos concretos, puesto que es muy muy complicado ”saber de todo”. Hay que seguir fomentando la especialización dentro del campo de la PRL.
La PRL, y dentro de su legislación tenemos sectores tan distintos como la Seguridad, La Higiene-Ergonomía, la Psicosociológica y la Vigilancia de la Salud, pero desde estas últimas semanas, también parece que algunos personas o entidades están incluyendo dentro de esas áreas la especialización en Pandemias Mundiales, lo cual es una auténtica pena.
Ahora, y a raíz del “maldito COVID-19”, parece que hay intereses en poder salpicar la labor de los prevencionistas, estén donde estén y tengan las competencias que tengan. Creo que es el momento de poder defender nuestra profesión y los campos de actuación que la legislación nos ofrece. El prevencionista informa, avisa e intenta aplicar la legislación, pero en la INMENSA mayoría de las ocasiones, no tiene las competencias (dentro de las diferentes organizaciones) para poder poner en práctica dichas medidas, y en muchas ocasiones ni siquiera tiene las competencias para hacer las compras necesarias…, o la autoridad jerárquica para poder hacer cumplirlas.
Quizás también sea un buen momento para exigir un cambio normativo de la actual legislación del año 1995 y que la misma sea desarrollada teniendo en cuenta la experiencia y los conocimientos de los técnicos de PRL que todos los días intentan hacer su labor, muchas veces oculta y en silencio, salvar vidas y que en las tomas de decisiones empresariales se tenga en cuenta la llamada “cultura preventiva”
Esta situación, nos tiene que obligar a seguir defendiendo nuestra profesión, «prevencionistas” y hasta que la sociedad no vea nuestra labor como primordial, seguiremos siempre estando mal vistos y sin voto en la toma de decisiones.
La PRL es una herramienta vital e importantísima en la toma de las decisiones diarias desde el punto de vista laboral, pero el día que consigamos que la PRL también esté en la toma de decisiones de futuro, conseguiremos “vender” nuestra labor, prevenir y adelantarnos a los posibles problemas.
Los prevencionistas tenemos que ser capaces de hacer ver a las organizaciones (empresas/entidades/administraciones etc..), aquellas medidas necesarias para la realización de todos los trabajos, tanto para el día de hoy, como para el de mañana. Y si esa organización empieza a tener esos conocimientos en cuenta, conseguiremos que la PRL y la visión prevencionista formen parte de los pilares vitales en las tomas de decisiones empresariales, y no empresariales.